SATOCAN, S.A.: GUÍA DE BUENAS PRÁCTICAS MEDIOAMBIENTALES

SATOCAN, S.A. se preocupa por el medio ambiente, por ello ha adoptado un sistema de gestión medioambiental según la norma internacional ISO 14001:2004.

La protección del medio ambiente es una tarea de todos, y del día a día, por ello te entregamos esta guía.

Cualquier duda que tengas sobre tu participación en el mantenimiento del Sistema, puedes comentarla con el Responsable de Medio ambiente.

Debes saber que SATOCAN, S.A adopta el sistema desde la alta Dirección, poniendo a disposición de todos la Política Medioambiental y aquellas partes del sistema que impliquen a cada uno de nosotros.

Esta guía contiene la Política integrada de SATOCAN, S.A y una serie de pautas y consejos a seguir en nuestro quehacer diario para minimizar el impacto medioambiental.

Veamos:

CONSUMOS EN LAS OFICINAS

  • Todos somos responsables de detectar en qué parte del proceso podemos ahorrar energía, materia prima y materiales auxiliares.
  • Utiliza siempre que puedas el papel reciclado. Aunque su tacto y color sea diferente al convencional, en seguida te acostumbrarás.
  • También es preciso reducir el consumo de papel. Para ello hay que fomentar el uso de papel por las dos caras. En ocasiones tiramos hojas de papel que sólo han sido utilizadas por una cara, cuando todavía se podría aprovechar el otro lado para escribir borradores, notas...
  • Los grifos de lavabos deben quedar cerrados después de su uso, por ello asegúrate bien. Un grifo abierto gasta de 12 a 20 litros de agua por minuto. Además, siempre que observemos una anomalía, como por ejemplo fugas, es importante colaborar avisando a quien proceda.
  • La limpieza en seco, con escobas o aspiradores, ayuda a ahorrar agua, además de no generar aguas sucias, cuyo tratamiento es más delicado.
  • Un buen aislamiento térmico y un buen uso y funcionamiento de los termostatos, nos ayudarán a reducir el consumo de energía destinada a aire acondicionado. Evita manipulaciones indebidas, y si detectas un mal funcionamiento avisa a Mantenimiento.
  • Apaga las luces cuando no sea necesario tenerlas encendidas.
  • Aunque parezca insignificante, un diseño del espacio de trabajo apto para el aprovechamiento de la luz natural nos ayuda a ahorrar energía. Esto debería ser tan importante como tu ergonomía.
  • Mantener un stock demasiado grande de material no es muy rentable. A veces, por querer aprovechar una oferta, nos encontramos con productos caducados al cabo del tiempo: pinturas, colas, correctores de escritura, toners... Todo ello sin contar con los problemas de almacenamiento que se derivan: riesgo de incendio, espacio ocupado...
  • Aunque parezca de sentido común, cuando usemos cualquier material hay que ir con la
  • precaución de consumir antes el que lleve más tiempo almacenado. El orden ayuda a tener controlado el tiempo que lleva cada material en la empresa. Evitaremos encontrar olvidado en un rincón productos caducados u obsoletos que ya no sirvan.

EMPLEO DE MATERIALES Y PRODUCTOS AMBIENTALMENTE ADECUADOS

Debemos velar por la utilización de materiales y productos que sean ambientalmente adecuados.

Algunos criterios para selección de los mismos son los siguientes:

  • Materiales de la mayor durabilidad posible
  • Materiales del menor mantenimiento posible
  • Materiales simples, preferiblemente de un único componente
  • Materiales fáciles de poner en obra y, en su caso, de reciclar
  • Materiales de la máxima eficacia energética posible
  • Materiales de la mayor salubridad posible, tanto para el personal durante la ejecución, como
  • para los usuarios
  • Materiales procedentes de ubicaciones o almacenes lo más próximo posible a la obra al objeto de minimizar los impactos derivados del transporte

BUENAS PRÁCTICAS EN LA EJECUCIÓN DE OBRA

  • Se vigilará que la totalidad del personal y subcontratas de la obra cumplan las exigencias medioambientales definidas por el contratista.
  • Se incluirán los criterios medioambientales en el contrato con los subcontratistas, definiendo las responsabilidades en las que incurrirán en el caso de incumplimiento.
  • Se procurará la minimización de residuos, fomentando su reutilización y, en su caso, la gestión de los almacenamientos de residuos.
  • Se planificará, desde el comienzo de la obra, la contratación de un gestor autorizado para la recogida de residuos al objeto de evitar almacenamientos innecesarios.
  • Se gestionará adecuadamente el consumo energético de la obra, procurando la contratación inmediata de sistemas de medición de los consumos que permitan conocer estos a la mayor brevedad, evitando además el empleo de grupos electrógenos que provocan un mayor impacto medioambiental.
  • En el caso de tener que recurrirse a la demolición de alguna parte de la obra, ésta deberá hacerse empleando criterios de reconstrucción que favorezcan la clasificación de los correspondientes residuos, favoreciendo así su posterior reciclado.
  • Se procurará minimizar el consumo de combustible mediante la limitación de las velocidades de la maquinaria y elementos de transporte por la obra, realizando un mantenimiento adecuado y mediante el fomento del empleo de vehículos de bajo consumo.
  • Se evitará el deterioro de los materiales contenidos en sacos de papel, como por ejemplo el cemento, mediante un sistema de almacenamiento bajo cubierta que evite su meteorización y posterior transformación en residuo.
  • Se gestionará adecuadamente las piezas que componen los encofrados y las cimbras, evitando que posteriores operaciones de la maquinaria de movimiento de tierras, las incorporen finalmente al suelo.
  • Se dispondrán acopios en la obra de forma que se utilicen lo antes posible y ubicados con la mayor proximidad a las zonas donde se vayan a emplear en la obra.

RESIDUOS

  • Cuando en la obra se generen residuos clasificados como peligrosos, el contratista deberá separarlos respecto a los no peligrosos, acopiándolos por separado e identificando claramente el tipo de residuo y su fecha de almacenaje, ya que los residuos peligrosos no podrán ser almacenados más de seis meses en la obra.
  • Los residuos deberán ser retirados de la obra por gestores autorizados, quienes se encargarán, en su caso, de su valorización, reutilización, vertido controlado, etc.
  • Se prestará especial atención al derrame o vertido de productos químicos (por ejemplo, líquidos de batería) o aceites usados en la maquinaria de obra. Igualmente, se deberá evitar el derrame de lodos o residuos procedentes del lavado de la maquinaria que, frecuentemente, pueden contener también disolventes, grasas y aceites.
  • Los productos tóxicos y peligrosos deben permanecer en su envase perfectamente cerrado e identificado. Recordemos que estos productos y los envases agotados son residuos especiales. En caso de fuga, los materiales utilizados para su limpieza (trapos, serrín, arena especial u otro material absorbente...) deberán separarse de los residuos generales.
  • En las zonas de descanso, en lugar de tirar latas, vidrio, vasos y envoltorios de plástico, y restos de comida mezclados, nos cuesta lo mismo depositar cada residuo en contenedores separados.
  • La empresa debe llegar a acuerdos con empresas recuperadoras para la absorción de sus residuos inertes y no especiales, por el sistema de gestión integrado vigente, básicamente de: papel, cartón, vidrio, y envases que no sean especiales.
  • El WC está concebido para un uso muy concreto, no debe arrojarse ningún producto por él.
  • La segregación en origen de los residuos facilita su tratamiento. Esta práctica debería ampliarse a todos los residuos.
  • Todo envase retornable, es un residuo menos que hay que gestionar.
  • Una solución para minimizar residuos, es depositar cuando sea posible el residuo líquido de un producto concreto en el mismo envase del proveedor.
  • Los residuos deben separarse en origen, lo cual implica tener prevista la gestión. Los residuos que deban ir a parar a un gestor, precisan de la aceptación por parte de éste. Así sabremos qué podemos mezclar y qué no, pensando en el destino.