La Custodia del Territorio surge para dar respuesta a las necesidades de protección y conservación de determinados territorios, y lo propio es que se destinen al uso y disfrute del público y, aunque no sea del todo lo habitual, lo que nos gustaría es que los esfuerzos se destinaran en gran medida al mundo rural.
La Custodia del Territorio se entiende como una filosofía que busca facilitar las iniciativas voluntarias de conservación de la naturaleza, el paisaje y el patrimonio cultural en fincas privadas y municipales. Por tanto, los principales protagonistas serían, por un lado, un propietario y, por otro, una entidad de custodia que le asesora y apoya para llevar a cabo la gestión orientada a la conservación.
Las entidades de custodia, son organizaciones públicas o privadas sin ánimo de lucro que participan activamente en la conservación del territorio. Pueden actuar como entidad de custodia organizaciones tan diversas como una asociación de vecinos, una organización conservacionista, una fundación, un ayuntamiento, un consorcio u otro tipo de ente público. El vínculo es un acuerdo, entre las partes, voluntario entre el propietario y la entidad de custodia del territorio. Este pacto, puede ser verbal o escrito y su tipología puede ser muy diversa e incluye adquisición de derechos reales o servidumbres, contratos privados, arrendamientos o propiedad plena (ya sea por donación o compra), con muchas otras variantes. Entre la batería de instrumentos se encuentran los Bancos de hábitats creados para evitar la pérdida de ecosistemas y que desde hace décadas se utilizan en diferentes países del mundo.
El Plan Estratégico del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad (RD 1274/2011), se refiere a los bancos de hábitat como instrumentos que pueden crear nuevas oportunidades para aquellos que se dedican a conservar la biodiversidad, aumentando la eficiencia en el uso de los recursos naturales impulsando prácticas innovadoras para hacer un uso sostenible de la biodiversidad presente en dichas fincas. La Entidad de Custodia del Territorio en Tenerife que sabe de esto es la Oficina del Voluntariado Ambiental, siendo parte activa de este quehacer.
Después de años surgen las primeras preocupaciones por el MA, se entra en una época en la que incluso los medios de comunicación dedican grandes espacios informativos y de reflexión, y coge fuerza aspectos tales como; efecto invernadero, cambio climático, adelgazamiento de la capa de ozono, contaminación, desertización, pérdida de biodiversidad, etc. Se acentúa la conciencia de que no se puede seguir en la misma dirección y la Custodia del Territorio, entre otros aspectos, coge fuerza.
Creemos firmemente que esta estrategia de conservación de la naturaleza aporta interesantes valores sociales dado que abordar el problema práctico requiere respuestas colectivas y también individuales, pero las primeras son primordiales, necesitamos actuar conjuntamente, porque existe una responsabilidad colectiva dirigida al futuro.
Por tanto, la Custodia del Territorio se refiere a una interpretación amplia de la acción del ser humano que conecta no sólo con lo cultural y social sino con la del entorno natural: impulsemos la Custodia del Territorio.