Tendencias y buenas prácticas del reciclaje

El término reciclaje se ha adherido al vocabulario de nuestra población de una manera innegable, lo cual se ha traducido en buenos datos para el cuidado del Medio Ambiente y nuestro ecosistema. En el ámbito nacional se pueden destacar datos como que España ya supera la media de la Unión Europea, en materias de reciclaje, en un 20%, lo cual evidencia una evolución constante en la última década.

Esas cifras y esa mejoría también son palpables a la hora de escoger el contenedor adecuado y proceder a un reciclaje responsable. En 2010, Ecoembes informaba de que el 22,9% de la basura del contenedor amarillo y el 2% del verde fue a parar al lugar equivocado, provocando los consecuentes atascos en las maquinarias por material impropio. En este caso también hay que destacar una tendencia positiva ya que este porcentaje de error ha disminuido significativamente en los últimos cinco años. Aún hay margen de mejora y su solución se basa en un buen asesoramiento y una correcta educación.

Ecoembes propone alternativas para que estas prácticas nos sean cada vez más llevaderas y sencillas de acometer. Una de las primeras acciones que debemos incluir en nuestro particular manual ecoeficiente es la elección de envases que sean respetuosos con el medioambiente. A la hora de realizar nuestra lista de la compra, una correcta elección puede contribuir a la labor de reciclaje, sin tan siquiera haber consumido el producto.

La educación de las futuras generaciones no debe ceñirse únicamente a los colegios u otros centros educativos sino que debe arrancar desde el núcleo familiar, haciendo del reciclaje un juego. Los más pequeños del hogar se mostrarán más receptivos a la hora de asimilar estas directrices.

Más allá del esquema habitual de contenedor amarillo (envases de plástico, latas y briks), azul (papel y cartón) y verde (vidrio), entidades como Ecoembes advierten de los errores más habituales a la hora de separar los residuos. El primero de los recipientes es quizás el más castigado, al que se suele acudir para depositas objetos tales como perchas, juguetes, ropa cintas de video y audio. Este tipo de errores son los más comunes en la población y en los que habría que incidir para su correcto reciclaje.

Entre las quejas más habituales de los ciudadanos se incluye el espacio que ocupan algunos materiales. Las cajas de cartón abultan habitualmente un espacio significativo, pero a su vez ofrece la facilidad de su pliegue para un mejor transporte y una mayor comodidad en el almacenaje.

Haciendo referencia al lema del reciclaje, es frecuente y efectivo utilizar datos que atraigan la atención del individuo con ejemplos tales como que 80 latas de refrescos se pueden tornar en una llanta de bicicleta. Incidir en ese proceso y los resultados que se pueden obtener hacen que el mensaje cale de una manera más profunda.

Hay que recordar que los residuos especiales cuentan con puntos limpios habilitados para tal fin. Estos residuos también suelen acabar siendo materiales impropios, puesto que muchos ciudadanos desconocen la ubicación de estos emplazamientos que acogen aparatos eléctricos, bombillas, baterías, aceite y otros materiales de diversa índole.

Precisamente el aceite ha adquirido especial relevancia en las últimas fechas. La instalación de contenedores específico está siendo atendida por muchos municipios comprometidos con esta labor. Sin embargo, conviene recordar el perjuicio que supone verter este líquido por el fregadero de nuestros hogares, ya que tan sólo 1 litro puede llegar a contaminar 1.000 litros de agua.
La colaboración de las familias deber ser de todos sus miembros, incluyendo la separación de residuos en el hogar, la reutilización de bolsas de plástico como contenedores de basura para una mejor catalogación o la adquisición de cubos para que nuestra labor conjunta ayude al beneficio de nuestro planeta.