Ecodiseño: perspectiva social y empresarial.

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El ecodiseño es una oportunidad fantástica para las empresas, porque no solo hacen productos más sostenibles sino que también ahorran en materiales. Hablar de Ecodiseño, es hablar de un concepto de producción que busca crear envases con menor impacto en nuestro entorno, pero sin dejar de lado su funcionalidad.

Los envases de los productos que consumimos están cambiando y estos cambios se aprecian en aspectos como botellas y latas más ligeras, envases de detergentes de menor tamaño, packs de leche agrupados por un film en lugar del habitual estuche de cartón, etiquetas más pequeñas, envases con todas sus partes del mismo material, etc.

Las empresas españolas fomentan cada vez más estas prácticas y fabrican envases más sostenibles y con menor huella ambiental. Precisamente, son numerosas las medidas de fomento del ecodiseño promovidas por Ecoembes desde 1998, con las que se han podido ahorrar toneladas en materias primas. Reducir el peso de los envases y embalajes, utilizar materias primas que han sido gestionadas de manera sostenible, incorporar material reciclado o favorecer la reutilización, son sólo algunos ejemplos de algunas medidas que se incluyen dentro del ecodiseño. 

Igualmente, como todos sabemos, son medidas que contribuyen a disminuir las emisiones de CO2 a la atmósfera, ya que con el ecodiseño de los envases se mejora el almacenamiento de los productos, lo que permite aumentar la capacidad de transporte en cada trayecto. Ecoembes centra sus esfuerzos en contribuir así al cuidado de nuestro bien más preciado, nuestro entorno natural y procurando un desarrollo sostenible, incluyendo planes de prevención para que las empresas que comercializan productos envasados adopten medidas de Ecodiseño, o un diseño bajo una variable ambiental, haciendo sus envases más sostenibles.

En el ámbito de actuación de Ecoembes han presentado un plan estratégico para los próximos años, y cabe destacar que Ecoembes gestiona el 72% de los envases, y quiere llegar al 80%, y quiere poner al ciudadano en el foco de su atención, con productos más sostenibles, ampliando la cantidad de puntos de recogida —quieren instalar 100.000 contenedores más hasta 2022— y mejorar aún más su tarea de sensibilización. Con dos principios transversales: primero, la innovación, y segundo, la ética y la transparencia. Además, la incorporación de criterios ambientales al diseño de productos envasados ofrece a las empresas una serie de oportunidades, como la apertura a nuevos mercados, el aumento de la demanda del público, ahorrar en el consumo de materias primas y energía, optimizar sus técnicas de producción y logísticas, etc.

En definitiva, calidad, precio y estética ya no son los únicos factores a tener en cuenta a la hora de comprar un producto. De todos depende elegir además los productos más comprometidos con el medio ambiente.