Reciclaje de aceites

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En tiempos de diversificación de reciclaje, según la clase de residuo y el proceso, existe un material al que la sociedad cada vez va prestando mayor atención: el aceite. Se trata de un producto imprescindible y habitual para cualquier hogar, por lo que su acumulación precisa de un correcto tratado y una concienciación extrema por parte de la población.

Entre otros efectos cabe destacar que el residuo generado a partir de aceites usados es actualmente la principal causa de contaminación de aguas urbanas, lo cual se explica a través de su vertido incontrolado. El destino habitual de este residuo, hasta hace tan sólo unos años, era el desagüe y, posteriormente, la red de alcantarillado de nuestros municipios, provocando los consecuentes atascos y malos olores en las cañerías. A ello se suma el alto coste que supone el mantenimiento de las estaciones depuradoras.

Por ello, muchos municipios han apostado por la instalación de depósitos específicos que complemente a los ya existentes (verde, azul y amarillo). De esta manera se evitará una vez más el daño que se pueda provocar al medio ambiente y se facilitará la depuración de aguas residuales, entre otros beneficios para nuestro entorno.

A esta labor de las administraciones se une el alto grado de concienciación que los ciudadanos están adquiriendo en fechas recientes. Tal y como ocurre con la instalación de depósitos específicos, cada día es más habitual ver espacios domésticos habilitados para la acumulación del aceite empleado que facilite su almacenaje y reciclado.

De esta manera podemos destacar el éxito de las organizaciones medioambientales que han advertido del alto grado de contaminación que supone el aceite ya utilizado para nuestro día a día. Algunos estudios revelan que un litro de aceite doméstico puede llegar a contaminar hasta mil litros de agua.

Otro de sus sucedáneos, como puede ser el aceite industrial, empleado para maquinaria pesada o en los automóviles, puede llegar a alcanzar peores consecuencias. Su elevado contenido en metales pesados y su baja biodegradabilidad lo convierten en una amenaza para los suelos, que pueden ver modificada su fertilidad.

Por todo ello, aún queda mucho camino por recorrer en una de las innumerables vías de crecimiento con las que cuenta el reciclaje en la actualidad. Los pasos que se dan son determinantes pero no definitivos, si tenemos en cuenta el margen de mejora con el que cuenta el sector.