Reciclaje de Aceite Vegetal Usado (AVU)

Los avances tecnológicos y el compromiso de la población con el medioambiente  han evolucionado en la última década, traduciéndose esa mejora en cifras destacables que hacen pensar que existe un futuro mejor para el planeta. No obstante, existen algunos residuos que aún se ven mermados por la escasez de contenedores y la falta de costumbre del ciudadano en almacenarlo para su posterior reutilización.

Uno de esos casos es el del Aceite Vegetal Usado (AVU), del cual se ha sabido recientemente que sólo un tercio de la cantidad generada en España se recoge actualmente. Esta revelación es especialmente preocupante si tenemos en cuenta que en España se generan anualmente en torno a 150 millones de litros de aceite usado.

El tratamiento adecuado de este desecho puede hacer que pase de ser un desecho altamente costoso, si no se almacena adecuadamente, a una materia prima vital para generar biodiesel, un biocombustible menos contaminante que los derivados del petróleo y que además reduce nuestra dependencia del petróleo. También se puede reutilizar para la producción de jabones y otros procesos en la industria química como ceras o barnices.

Por todas estas razones, asociaciones ecologistas y empresas dedicadas al tratamiento de este producto han advertido que en torno al 64% del aceite usado no es recogido selectivamente en nuestro país, vertiéndose al fregadero y generando graves problemas de atasque y rotura en las tuberías, al mezclarse con detergentes y jabones. Además, favorecen la proliferación y crecimiento de plagas, ya que al ser un producto orgánico alimenta a insectos y roedores.

Del mismo modo, cabe recordar que la depuración de agua con grasas vegetales es mucho más cara, ya que es necesario más tratamiento. Para el caso específico de España, se ha calculado que el coste de depurar estos residuos puede ascender a 90 millones de euros al año, atendiendo a los datos que ya hemos analizado anteriormente.

Las personas de que deseen reciclar el aceite en sus hogares únicamente deberán acumularlo en botellas de plástico, cartón, metal o cristal y llevarlo a los contenedores específicos, generalmente de color naranja.

En estos casos hay que destacar el empeño y labor de empresas que se dedican a la gestión de este tipo de residuos tan específicos como Ataretaco, en Tenerife, la cual pertenece al campo de la economía social, siendo ejemplo de integración en la isla.