LIFE+ AGRICLIMATECHANGE

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LIFE+ AGRICLIMATECHANGE, UNA INICIATIVA PARA EVALUAR EL PAPEL DE LA AGRICULTURA EN LA MITIGACIÓN DEL CAMBIO CLIMÁTICO

 

 

Un nuevo reto para la agricultura europea

En las últimas décadas la agricultura europea ha dejado de ser una actividad destinada exclusivamente a la producción de alimentos. Con mayor o menor fortuna, nuestras agriculturas fomentan la conservación de la biodiversidad, son garantía de seguridad alimentaria, contribuyen a fijar población rural, a la conservación de paisajes o a crear empleos de calidad.

Y de nuevo, al igual que ocurrió en su momento con las externalidades positivas mencionadas anteriormente, la agricultura europea se enfrenta en los próximos años a un nuevo reto: la reducción del consumo energético y de las emisiones de gases de efecto invernadero procedentes de explotaciones agrarias y, al mismo tiempo, la adaptación al nuevo escenario que supone el cambio climático.

El Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) ha estimado que la agricultura es responsable, a nivel mundial, de 20% de las emisiones de gases de efecto invernadero (en adelante, GEI’s). En 2009, la agricultura en los 27 países miembros de la UE produjo cerca de 460 millones de toneladas equivalentes de CO2: el 9,2% del total de emisiones de GEI’s [1]. En España se estima que en 2009 la agricultura aportó el 10,4% del total de las emisiones [2]. Las emisiones de CO2 de la agricultura (debido al consumo de energía) tienen un bajo impacto, pero la agricultura es la responsable de casi el 50% de las emisiones de metano en la UE-25 (debido a la fermentación entérica y sistemas de almacenamiento de estiércol) y de casi el 67% de las emisiones de N2O en la UE-25 [3]. Las emisiones de N2O son principalmente (88%) de la aplicación de nitrógeno (minerales u orgánicos) y de los sistemas de gestión de estiércol [4].

El potencial de mitigación relativo al sector agrícola es alto. Esto significa que, al menos potencialmente, el sector agrícola tiene en sus manos la posibilidad de reducir en gran medida las emisiones de gases de efecto invernadero (GEIs). ¿Por qué no se ha actuado hasta le fecha para reducir estas emisiones? Se pueden señalas al menos tres respuestas.

En primer lugar, porque no se dispone de herramientas comunes a todo el sector agrícola europeo que  permitan evaluar el efecto de la agricultura sobre las emisiones. Por otro lado, el sector agrícola, el que puede posibilitar el cambio, desconoce en ocasiones esta problemática y en muchos casos contempla la solución como una carga más añadida a sus ya mermadas rentas. Y finalmente, sin una buena diagnosis resulta complicado tomar las riendas del cambio, o lo que es lo mismo, implementar las prácticas agrícolas adecuadas que contribuyan a reducir las emisiones e incluso a fijar carbono.

Explorando una nueva variable en la agricultura

 

Las emisiones de GEI’s derivadas de los insumos de producción de la agricultura (fertilizantes, electricidad, combustibles para maquinaria agrícola, alimentos para animales importados...) representan una parte significativa de las emisiones asignadas en los inventarios nacionales o europeos. Sin embargo, la agricultura también puede ser sumidero de carbono en suelos, pastos permanentes y cultivos de biomasa leñosa (viñedos, árboles frutales) o estructuras como setos, cortavientos o linderos de vegetación en zonas agrícolas. Las acciones apropiadas enfocadas hacia la agricultura pueden desempeñar un papel importante en la reducción de emisiones de origen agrícola y la contaminación ambiental en los sistemas de producción más avanzados. A menudo, en este contexto ya se cuenta con instrumentos de políticas agrícolas y ambientales para promover formas más sostenibles de producción y mitigación. Sin embargo, suelen faltar la tecnología y los sistemas de seguimiento, la elaboración de informes y validación, así como la capacidad institucional para manejar objetivos múltiples y programas complejos.

Por otro lado la nueva reforma de la PAC incluye medidas en ambos pilares que fomentarán la reducción de emisiones de GEIs en la mayoría de los casos a través de la reducción de consumos energéticos. No es de extrañar que la más potente de las políticas europeas tome en consideración esta variable ya que la hoja de ruta para una economía baja en carbono publicada por la CE [5] plantea una reducción en las próximas dos décadas para el sector agrario de entre el 36 y el 37% (tomando como referencia las emisiones de 1990), siendo para el 2050 de entre el 42 y el 49%. Cifras muy ambiciosas que se pretenden alcanzar con reformas en relación al uso eficiente de la energía, de los fertilizantes nitrogenados, gestión de estiércoles, fomento del biogás con productos agropecuarios, una desintensificación de las explotaciones agrícolas, control de la erosión, agroforestación, fomento del no-laboreo y otras prácticas agronómicas de bajo consumo energético o que permitan el almacenamiento de carbono en los suelos agrícolas.

AgriClimateChange es un proyecto LIFE+ de la Unión Europea coordinado por la Fundación Global Nature en el que participan socios de 4 de las economías agrarias más importantes de la Unión Europea: España (Fundación Global Nature junto con la Región de Murcia), Francia (Asociación Solagro), Alemania (Asociación del Lago Constanza) e Italia (Región de Umbria). Su objetivo es precisamente trabajar en esta dirección y dar los pasos adecuados que permitan arrojar algo de luz sobre este nuevo reto de la agricultura. Sería injusto caer en la tentación de juzgar las diferentes tipologías de agricultura sólo en base a sus emisiones, ya que como se han comentado anteriormente, la agricultura y la ganadería generan múltiples beneficios de interés general. Sin embargo, esta nueva variable nos permitirá sin duda caminar hacia agriculturas mejores, más eficientes y más respetuosas con el medio. Los socios del Proyecto trabajarán durante 3 años para (1) unificar las diversas herramientas informáticas que existen en el ámbito europeo para evaluar el balance energético y emisiones de gases de efecto invernadero en explotaciones agrícolas y ganaderas, y así avanzar en la diagnosis de las explotaciones agrarias; (2) para formar a técnicos en la utilización de esta nueva herramienta resultante que será de libre distribución; (3) para ajustar esta herramienta a través de pruebas piloto y planes de acción gratuitos para los agricultores; y (4) para ofrecer estos datos a las Direcciones Generales de Agricultura y Medio Ambiente de la Comisión Europea y que incorporen estas consideraciones a futuras reformas de la PAC. [6]

Uno de los aspectos más interesantes del nuevo software es que es capaz de analizar los costes energéticos y emisiones de GEI tanto directos (en la explotación) como indirectos (que consideran aspectos pre y post cultivo) asimilándose a una huella energética o de carbono de la explotación. Esto permite extraer interesantes conclusiones sobre diferentes tipos de cultivos, explotaciones o decisiones que toma el agricultor (impactos como la utilización de fertilizantes nitrogenados, de ciertas prácticas de laboreo o las consecuencias de la exportación de productos a mercados lejanos, etc), todo ello con el objetivo de generar una agricultura y ganadería que sea más sostenible y menos impactante para el medio. Este software está disponible de manera gratuita para los gestores agrícolas que lo soliciten.

En España, la Fundación Global Nature está realizando evaluaciones en Valencia y las Islas Canarias, en explotaciones de naranjos, arroz, tomate, plátano y olivos. Las evaluaciones realizadas hasta la fecha muestran que existe una relación directa entre el consumo y eficiencia energética en las explotaciones y las emisiones de GEI’s. Esto significa que la reducción de emisiones pasará necesariamente por una disminución del consumo energético lo que supone un beneficio directo para el agricultor, y muy especialmente a la vista de la tendencia en los precios de la energía. Las prácticas agrícolas que ahorran energía no sólo implican una reducción de emisiones sino también una situación más competitiva del agricultor y sus productos.

El causante de la mayor parte de las emisiones en el sector es la utilización de fertilizantes nitrogenados y la fermentación entérica en el caso del ganado. Medidas como disminuir el uso de fertilizantes (o implementar prácticas agronómicas que los disminuyan, como el no laboreo o el establecimiento de cubiertas verdes) y aprovechar el estiércol no sólo en la fertilización, sino también como fuente energética, puede reducir las emisiones de N2O; y mejorar los rendimientos de explotación por animal puede contribuir a una reducción de las emisiones de CH4 [3].

Además de luchar eficientemente contra el cambio climático, la utilización de modos de producción sostenible puede contribuir también a conservar el medio ambiente y convertirse en un buen aliado de agricultores y ganaderos. La reducción de los efectos del cambio climático y la regeneración de los ecosistemas están íntimamente ligadas. Por tanto, una agricultura y una ganadería que combatan el cambio climático son una poderosa herramienta para mejorar el clima, conservar la naturaleza y aumentar la viabilidad del sector agrario.

Más información sobre el proyecto LIFE+ AgriClimateChange en:

www.agriclimatechange.eu

REFERENCIAS

 

[1] European Environmental Agency (2009), Greenhouse gas emission trends and projections in Europe 2009. Tracking progress towards Kyoto targets. EEA Report No 9/2009.

[2] Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (2009), Avance de la estimación de emisiones GEI 2009. Secretaría de estado de cambio climático. Dirección general de Calidad y Evaluación Ambiental.

[3] European Environmental Agency (2006), Greenhouse gas emission trends and projections in Europe 2006. EEA Report No 9/2006.

[4] PICCMAT (2008), Policy Incentives for Climate Change Mitigation Agricultural Techniques. European Commission, DG Agriculture, Specific Support Action. Bruselas.

[5] COM(2011) 112. Communication from the Commission to the European Parliament, the Council, the European Economic and Social Committee and the Committee of the Regions: a roadmap for moving to a competitive low carbon economy in 2050. Brussels, 8.3.2011

[6] web del proyecto AgriClimateChange: www.agriclimatechange.eu

 

Jordi Domingo Calabuig y José Luis Fernández Savoie

Fundación Global Nature

Dirección de contacto: Fundación Global Nature. C/ Real, 48. E-28231 Las Rozas de Madrid. Tel. +34 91 710 44 55. Email: jdomingo@fundacionglobalnature.org