Sostenibilidad, Innovación y Competitividad Parte I

Quisiera destacar algunos apuntes sobre la jornada "Ecoeficiencia, Ecología Industrial y Territorios Socialmente Responsables", que tuvo lugar el pasado miércoles 23 de mayo en el "Aula ambiental" del Cabildo de Tenerife, ubicada en el P.I.R.S. Arico, siendo sus promotores ASINCA, FEMETE, CEST, F. Recicla, F. La Tirajala y CajaCanarias/Banca Cívica (un proyecto elegido por sus clientes).

La crisis. Se señaló que no se trata sólo de una crisis económica. Los desafíos ante los que nos encontramos son en parte económicos y en parte sociales. El actual modelo, una ideología centrada en el individualismo y basada en el crecimiento ilimitado e irresponsable, colapsa y conduce tanto a la crisis personal, que deshumaniza y desorienta el sentido de la vida, como a la crisis empresarial, que queda atrapada en la incertidumbre global de un crecimiento insostenible y en la desorientación de lo más inmediato.

Se señaló que la empresa necesita un modelo menos individualista, un camino de cambio, un marco más ético que le proporcione cimentación, perspectiva y sobre todo “progresar en equipo”. No es propio, por ejemplo, que las personas puedan estar trabajando pasando arena de un cubo a otro durante años. Nos hemos olvidado de que la economía es una ciencia social, ya que son las personas quienes promueven y producen innovación, e igualmente las personas son las destinatarias. No podemos dilapidar el factor humano, de equipo, de innovación y de solidaridad en la empresa. Hay que buscar las condiciones de progreso en la empresa, concentrándonos más en aquello que marca la diferencia, y potenciar la identidad empresarial, y esto depende de su equipo humano y de una predisposición abierta a mejorar y a innovar siempre, y la empresa lo puede conseguir en un marco con sentido compartido, haciendo confluir esos factores. Así aprenderemos a innovar, es decir, hacer las cosas bien y cada día mejor. Cuando decimos “hay que innovar”, estamos apelando a esta idea, y a hacerlo de manera sostenible quiere decir que “hay que hacer las cosas bien siempre”.

La empresa, no puede permitirse el lujo de dilapidar el trabajo en equipo; al fin y al cabo, se trata de permanentemente aflorar “ideas y conocimientos” en el radio de sus posibilidades, y formalizar las ideas en proyectos de innovación. Para ello, tiene que configurar y compartir un marco orientado a mejorar el trabajo en equipo. Tanto la RSE como la RSC, en la medida que el aspecto social van cogiendo relevancia, se asientan, pero no hemos de olvidar nunca el marco de sentido ético. En este marco, el factor innovación, una predisposición abierta a mejorar siempre se reafirma, con el impulso de los otros factores señalados: humano, equipo y solidaridad. En la jornada se propuso tratar los cuatro factores en profundidad y desarrollar un programa didáctico, cursos y talleres, pero vinculados a la Ecoeficiencia/Ecoinnovación dado que el objeto de impulsar la Responsabilidad Social Medioambiental es totalmente compartido y porque cobra fuerza en el impulso de la sostenibilidad, innovación y competitividad.

La RSE, en el ámbito medioambiental, se asienta en la Ecoeficiencia/Ecoinnovación y cobra una importancia máxima para impulsar la sostenibilidad, innovación y competitividad, no sólo en la empresa sino en un territorio. La puesta en práctica de los siete elementos Ecoeficiencia[1], es, sin duda, una condición necesaria para minimizar el impacto ambiental, pero es la Ecoinnovación la que supone la introducción de mejoras ambientales radicales en los productos, tecnologías o la organización empresarial, responde con mayor eficacia a las apremiantes exigencias del desarrollo sostenible al tiempo que ayuda a fomentar más la competitividad, aseguran un menor consumo de recursos, un mayor respeto al Medio Ambiente, protagonismo, actualidad, mantenimiento y/o generación de puestos de trabajo, etcétera.

Ver Sostenibilidad, Innovación y Competitividad Parte II a continuación