La necesidad de cooperación en nuestro quehacer es esencial. Por ello, la Fundación La Tirajala ha intentado impulsar la innovación abierta. Desde nuestros primeros pasos, con la Ecoincubadora, luego a través de Sociedad Activa, un proyecto de la Banca Cívica, hoy la Caixa y, últimamente, a través del Compromiso con la Sostenibilidad en Tenerife. Para abordar la cooperación es obligado que el grupo adopte una visión amplia porque hace falta que sus miembros hagan algo más que obedecer únicamente sus intereses. Los problemas de cooperación radican en conseguir que unos individuos trabajen juntos, incluso cuando el interés parece dictarles a no participar.
Según cuenta la tradición, los seres humanos se mueven obedeciendo fundamentalmente a su propio interés. Esto significa que exponiendo a una persona ante distintas opciones ésta elegirá siempre la que más le beneficia. Esta hipótesis, que parece bastante creíble, frecuentemente se vuelve falsa porque repetidamente visualizamos que lo que se refleja en cierta medida es la voluntad de apuntalar la cooperación. Algunos aspectos destacables:
1. Lo primero es que la gente sea amable, que demuestre disposición a cooperar.
2. El conocimiento del comportamiento en la cooperación ayuda, contribuye a su impulso.
3. La promesa de que la cooperación va a continuar ayuda a mantenerse unidos y activos.
4. La gente que se ve en la necesidad de cooperar al cabo de un tiempo acaba por admitir sus beneficios.
5. Otro factor clave es que muchos participan mientras creen que los demás también lo hacen. Es decir, los cumplidores crean cumplidores y de esta forma individuos incluso muy individualistas pueden llegar a cooperar.
6. Procede la disposición a "castigar" el comportamiento no cooperador y las actitudes que no ayudan.
7. La conexión fuerte es lo más apropiado porque incita a hacer deliberadamente cosas que tienden al bien común. Cuando se actúa así, el grupo resulta beneficiado.