Los plásticos en la economía circular

Seccion: 

Los gobiernos nacionales han de asegurarse de que a finales de 2019 no se consuman anualmente más de 90 bolsas de plástico ligeras por persona (Directiva 2015/720 de la UE). Para finales de 2025, esa cifra debe reducirse a 40 por cabeza. Para alcanzar estos objetivos se pueden aplicar diversas medidas, tales como cobrar por ellas, abonar tasas o fijar objetivos de reducción nacionales. Estos objetivos pueden lograrse recurriendo a normativas obligatorias o a acuerdos con los sectores económicos. Incluso es posible prohibir las bolsas de plástico, siempre y cuando se haga de conformidad con la legislación de la UE. Con todo, contener el uso de bolsas de plástico es tan solo uno de los elementos en el proceso para conseguir un consumo más sostenible y reducir el vertido de plásticos al medio ambiente.

Justamente, en el mes de enero de 2018 dentro del plan de acción de la Unión Europea en materia de economía circular, la Comisión adoptó, entre otras medidas, la primera Estrategia europea para plásticos en la economía circular y Anexo para transformar la forma en que se diseñan, producen, utilizan y reciclan los plásticos y productos plásticos. La Estrategia se centra en la reciclabilidad de los envases. También insta a mejorar las instalaciones de reciclaje y estandarizar los sistemas de recogida y selección de residuos en todos los países miembros.

La estrategia de la Comisión pasa por que la producción y gestión de plásticos se integre dentro del marco conceptual de la Economía Circular, y propone que para el 2030 todos los envases de plástico del mercado europeo sea reutilizable o reciclable. Y, que ese mismo año, se recicle más del 50% en peso de todo el residuo plástico generado en la Unión Europea. Se estima que en esas condiciones, el sector podría generar 200.000 puestos de trabajo en toda Europa. Además, para el 2025 se espera que 10 millones de toneladas de plástico reciclado se hayan convertido en nuevos productos.

La Estrategia también destaca la necesidad de implementar medidas específicas, probablemente normativa (nueva Directiva de Envases, publicación de guías de recogida y selección...), para reducir el impacto de los plásticos de un solo uso, particularmente en nuestros mares y océanos. Un período de consulta pública está abierto hasta el 12 de febrero, con el objetivo de posibilitar el envío de aportaciones, opiniones y datos para la preparación del seguimiento de la Estrategia de Plásticos en relación con la basura marina, particularmente de plásticos de un solo uso y artes de pesca.

Para Ecoembes es necesario establecer medidas que mitiguen el impacto global de los residuos en la naturaleza en Europa y reclamar políticas que trabajen en todos los ecosistemas y en lo relativo al global de los residuos para evitar que terminen en la naturaleza, donde dañan gravemente los espacios naturales, soluciones globales a problemas globales que pasan por considerar la prevención, la educación y la movilización ciudadana.

El 80 por ciento de los residuos que terminan en el mar proceden del medio terrestre y por eso se necesita trabajar en todos los ecosistemas, y valorar cualquier iniciativa de protección ambiental con medidas que, igualmente, fomenten la innovación, la competitividad y la creación de empleo. La Estrategia dedica un apartado de innovación en los materiales para fomentar la reciclabilidad, la mejora de los procesos de reciclado y recogida, y la armonización de éstos, así como la eliminación de sustancias peligrosas de los plásticos reciclados, para lo cual se destinarán fondos para financiar proyectos hasta 2020.

En el documento se pone énfasis en el diseño, especialmente de envases, siendo necesario aumentar la capacidad de reciclado de plásticos e impulsar su re-introducción en el mercado con el fin de contribuir a aminorar el agotamiento de recursos. La innovación incrementa el apoyo al desarrollo de materiales plásticos inteligentes y fáciles de reciclar, lo que refuerza la labor de Ecoembes en la promoción del ecodiseño.

Debemos continuar avanzando en el desarrollo de medidas que redunden en un beneficio ambiental, social y económico para el conjunto de la sociedad.