En anteriores ocasiones hemos analizado los diferentes residuos a reciclar, el tipo de contenedor al que debemos acudir, los errores más comunes, etc. No obstante, conviene conocer el largo camino que recorren estos materiales hasta que se les concede una segunda vida.
Una vez consumidos los productos, el envase deja de cumplir la función para el que fue creado y se convierte en residuo. En esta primera parada de la ruta del reciclaje, el ciudadano debe ponerse a los mandos y echar mano de su concienciación ecológica para contribuir al medioambiente. En este proceso participa activamente Ecoembes, colaborando con las administraciones locales y autonómicas para que más de 46 millones de españoles puedan aportar su grano de arena a este proceso de reutilización de materias.
Actualmente, contamos en todo el territorio nacional con 500.000 contenedores amarillos y azules, las 24 horas del día y los 365 días del año. Los propios ayuntamientos asumen el siguiente trayecto recopilando los envases que consumimos y trasladándolos a las plantas de selección donde son clasificados y reciclados.
Esta cadena colaborativa no sería posible sin la educación ambiental de la población y sin su labor previa de catalogación de residuos, según su material. De ahí que las administraciones insistan en recalcar las diferentes categorías existentes y su relación con los contenedores correspondientes.
Entre las instituciones y la labor de la ciudadanía se contribuye a la reducción de los vertederos, la disminución de las emisiones de CO2, un ahorro significativo de agua y energía y a la creación de nichos de empleo verde.
Los objetivos están bien definidos. España es uno de los países europeos con mayor necesidad de un repunte en materias de reciclaje, tal y como refleja el último informe de la Agencia Europea del Medio Ambiente. En este escrito se avala la evolución registrada desde 2001, con un 21% de reciclaje, hasta el 2010, donde se llegó al 33%. No obstante sigue faltando mucho camino por recorrer para copar la cima del 50% de materiales reciclados, marcados por la directiva europea de residuos para el 2020.
Los objetivos están bien definidos para todos los países de la UE. Eurostat emite cada año un informe sobre el tratamiento de residuos en toda la UE donde se comparan las estadísticas de los diferentes países. Sin embargo, los criterios con los que cada país elabora los datos no son homogéneos, de forma que la comparación entre países es muy complicada. Así, aunque a primera vista parezca que los españoles tienen un compromiso con el reciclaje menor que el de los ciudadanos de otros países, lo que ocurre es que las cifras no son comparables. Además es muy común confundir las tasas de reciclaje de envases con las que hacen alusión a todos los residuos urbanos. Gracias al esfuerzo de todos, en nuestro país ya se reciclan 7 de cada 10 envases, pero falta mucho camino por recorrer, en especial en determinados flujos de residuos donde tenemos que apostar con más fuerza por el reciclaje.