SIG: nuestra visión

A lo largo de las últimas décadas, la ciudadanía es cada vez más consciente de cómo sus hábitos pueden influir de manera positiva o negativa en la conservación de nuestro entorno. Los sucesivos fenómenos, en los que se refleja el deterioro del Medio Ambiente derivado de la actividad humana, hacen que se manifieste la preocupación ciudadana y se intente ubicar la protección del entorno en el centro de las discusiones.

El cuidado del medio ambiente se ha integrado como un valor a tener en cuenta en nuestra toma de desiciones personales, así como en el desarrollo socio-económico. De acuerdo con esto, se evitan todas aquellas conductas y desiciones que puedan generar daños o un gran impacto en el ambiente que nos rodea.

Poco a poco, se asienta la Responsabilidad Social (RS) Medioambiental.

La Responsabilidad Social Medioambiental tiene como objeto que se minimice cualquier acción que pueda poner en peligro o dañe el medio ambiente. Ser consciente y sensible de los equilibrios ecológicos necesarios que hay que mantener entre las actividades del hombre y la belleza y abundancia de la naturaleza. Es una política de protección ambiental responsable para provocar el mínimo impacto en los lugares en los que realizamos nuestro sistema de desarrollo.

En término generales, se trata de intentar planificar nuestros sistemas como si fueran naturales. Es decir, que no se vean los sistemas industriales, por ejemplo, una fábrica, un polígono industrial, un barrio, una región en desarrollo..., como elementos aislados y separados de la biosfera, sino que se consideren como un elemento más, constituyente del propio ecosistema.

Esta visión, del desarrollo socio-económico como elemento que forma parte y compone el ecosistema, es clave para situar la RS Medioambiental tanto en las Instituciones como en Empresas y en la Ciudadanía en general.

Toda actividad humana, está por tanto relacionada con el Medio Ambiente y forma parte del mismo, ya que consume sus recursos naturales y contamina con sus emanaciones y desechos. El aumento de la actividad humana, no solo afecta al agua, suelo, aire o ecosistemas, sino que ha generado un problema muy difícil de resolver: la generación de residuos, basuras.

Considerando la producción de residuos como un problema a atender, se puede plantear la siguiente visión: "¿por qué si entendemos que nuestros sistemas se comportan como un ecosistema, los desechos de una especie no pueden ser recursos para otra especie? Y por tanto, ¿por qué los subproductos de una industria no son las entradas de otra, reduciendo así el uso de materias primas, la contaminación y generando ahorros en la gestión de residuos?".

Así como, en los sistemas naturales no se generan desechos, la propuesta de gestión más completa y sostenible es la de desarrollar nuestros sistemas en base a los modelos en los que se desarrolla la Naturaleza: es el caso del Sistema Integrado de Gestión (SIG) que Ecoembes despliega.

El creciente problema que existe con los residuos, y a la necesidad de identificar los sistemas humanos con los naturales, presentamos el Sistema Integrado de Gestión que Ecoembes despliega. La ruta de los contenedores amarillo y azul es la siguiente:

Todo parte del Comercio y distribución: los ciudadanos compramos los productos envasados y los consumimos.
Los Ciudadanos separamos los envases en nuestros domicilios y los depositamos en los contenedores amarillo y azul que ponen a nuestra disposición los Ayuntamientos.
Los envases se recogen y transportan a las plantas de selección para ser clasificados y enviados a los Recicladores.
En las Plantas de reciclaje los envases se convierten en nueva materia prima útil.
Por último, los Fabricantes de nuevos productos, con los materiales reciclados fabrican nuevos productos, volviendo a iniciarse el proceso.

Dicho de otra manera: Las empresas ponen productos envasados en el mercado, los ciudadanos, que compran esos productos, tras consumirlos, depositan los envases en el contenedor, los ayuntamientos se encargan de su recogida selectiva y, por último, los recicladores se encargan de procesar los residuos y convertirlos en nueva materia prima. El círculo se cierra en torno al producto y los residuos que se generan son mínimos, siendo la misión de Ecoembes el diseño y el desarrollo del SIG.

A través de este proceso, Ecoembes centra sus esfuerzos en hacer posible que los envases que ponen en el mercado las empresas, y los ciudadanos depositamos en el contenedor, y que posteriormente recogen los ayuntamientos, puedan tener una segunda vida. Contribuyendo así al cuidado de nuestro bien más preciado, nuestro entorno natural y procurando un desarrollo sostenible.

¿No creen, que el SIG que Ecoembes despliega, podemos compararlo con el funcionamiento de los sistemas naturales, a un Ecosistema, donde los desechos de una especie pueden ser recursos para otra especie?

Además, en el marco del SIG hemos de destacar los "Planes de Prevención" para que las empresas que comercializan productos envasados adopten medidas de Ecodiseño (diseño bajo una variable ambiental) y hagan sus envases más sostenibles.

Como todos sabemos el principal agradecido de esta actividad ecológica es el Medio Ambiente: la no extracción de materias primas en los espacios naturales es uno de los mayores beneficios que tiene el reciclado. Cada vez que reciclamos un envase evitamos llenar vertederos y la extracción de nuevas materias primas. Además de lo anterior, ahorramos emisiones de CO2 y reducimos el consumo de agua y energía.

Insistimos: debemos se partícipes de esta lucha contra todas las formas de desechos y contaminación que afectan al entorno que nos rodea impulsando, la Cultura de la RS edioambiental, la Ecoinnovación y el Ecodiseño.